Normalmente, en las escuelas, todos los pasos que se dan por la innovación vienen dados por el empuje de toda una comunidad educativa. De esto se van dando cuenta las familias, sobre todo cuando en las reuniones se hace hincapié en ello. Ahora puede ser uno de esos momentos, tal como también se da la situación donde se reinician los procesos de reflexión del profesorado.
En Herrikide el claustro se reunió la semana pasada. Se presentaron las estrategias y demás planes, pero realizamos un ejercicio de suma importancia. Nos guiaron para mirarnos interiormente, y sacar el compromiso personal para mejorar, durante este curso, nuestro proyecto educativo. Lo escribimos en una camiseta del colegio y la colgamos. Era de papel, como cuando lo hacemos con el alumnado.
Todos sabemos que todas las experiencias pedagógicas de éxito, se basan en la formación del profesorado, la investigación en la práctica y en el trabajo cooperativo. Nosotros también lo hacemos así, pero añadimos un elemento que surge de todas las horas de dedicación, la creatividad.
Para finalizar, el símbolo que sudaremos durante el curso quedo colgado con unas pinzas. El claustro lo hará realidad, porque es nuestro modo de avanzar innovando.